DICAF

En ensayos clínicos se ha observado que tanto el etidronato como el alendronato incrementan la densidad mineral ósea espinal en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis y reducen las fracturas óseas. No existe ningún estudio comparativo entre ambos medicamentos. Los ensayos clínicos efectuados hasta el momento actual parecen demostrar que el alendronato sería el fármaco de elección en base al beneficio obtenido en cuanto a descenso del número de fracturas, sin embargo deben tenerse en cuenta factores de coste y seguridad. El etidronato ha demostrado disminuir significativamente el número de nuevas fracturas durante 2 años, sin embargo, este efecto parece perderse en el tercer año de tratamiento. El alendronato mantiene el efecto después de 3 años. No se ha estudiado el efecto de los bisfosfonatos en mujeres mayores de 75-80 años, ni en aquellas con mal estado general ingresadas en residencias geriátricas. Los efectos adversos más frecuentes observados con el etidronato son náuseas y diarrea, no se ha descrito ningún caso de efectos adversos gastroesofágicos. Existe preocupación sobre la posibilidad de aparición de osteomalacia, aunque no se ha encontrado desmineralización si el etidronato se administra intermitentemente, en ciclos, durante 2-3 años. El efecto adverso más descrito con el uso del alendronato es el dolor abdominal y muscular, también se han observado náuseas, dispepsia, estreñimiento y diarrea. Existen casos descritos de úlcera esofágica asociados al tratamiento con alendronato, aunque es poco frecuente, es grave, por lo tanto se recomienda tomar precauciones, sobretodo en pacientes con tránsito esofágico reducido (acalasia, hernia de hiato…). Se recomienda tomar el alendronato con gran cantidad de agua, al menos 200 ml) y no tumbarse durante 30 minutos después de su administración. No se ha establecido la seguridad de los bisfosfonatos en tratamientos prolongados de más de 3-4 años.