DICAF

El láser de rubí de pulso prolongado ha recibido la autorización de la FDA para la reducción permanente del pelo. Hasta ahora el único método disponible era la electrólisis que se aplica en cada folículo piloso pero el inconveniente es el número de sesiones. El láser puede tratar zonas extensas de modo mucho más rápido. Se utilizan distintos tipos de láser que difieren en la longitud de onda que emiten, el método de emisión (pulsátil o continuo) y la duración del pulso. Los láseres de rubí de pulso prolongado, de alexandrita de pulso prolongado y de diodo utilizan la melanina de los folículos pilosos como cromóforo (compuesto que absorbe la luz). La melanina absorbe longitudes de onda de láser, lo que genera calor que destruye el tejido circundante a la melanina pero no destruye otros tejidos. El pelo rubio, pelirrojo y canoso contiene poca melanina. La fuente de luz intensa pulsátil, que no es un láser y que a diferencia de éste emite luz de múltiples longitudes de onda utilizando a la melanina como cromóforo. Los láseres de pulsos rápidos Q-switched de granate ítrico-neodínico-alumínico utilizan carbón exógeno como cromóforo; se aplica carbón sobre piel antes del tratamiento. La depilación con láser causa un dolor leve a moderado que algunos pacientes describen como un latigazo. Posteriormente aparece eritema y edema perifolicular y en algunos casos aparecen ampollas. La ulceración y la infección son infrecuentes. Se han descrito casos de púrpura. Puede producirse hiperpigmentación (en pieles oscuras o morenas) que puede durar meses o años. Los efectos adversos de la luz intensa pulsátil son similares a la de los láseres. La depilación con cualquiera de las 2 técnicas parece ser inocua, menos dolorosa que la electrolisis y relativamente eficaz, pero no hay estudios bien diseñados. A largo plazo los resultados son buenos.