DICAF

El balance entre ventajas e inconvenientes del omeprazol es globalmente positivo. No obstante, se ha publicado un caso preocupante de sudación excesiva atribuida al omeprazol. Se trata de un hombre de 50 años tratado con omeprazol (20 mg diarios) durante cerca de 3 años por una ""dispepsia"" (sin úlcera visible al endoscopio). Por otra parte, no tomaba ninguna otra medicación ni presentaba ningún antecedente notable. Acudió a consulta a causa de episodios de sudación excesiva, que se producían de 2 a 3 veces al mes y que duraban cada vez cerca de 30 minutos y también a causa de aumentos ocasionales de tensión arterial (pasando de 130/80 mm Hg a 170/110 mm Hg). Las investigaciones descartaron la hipótesis de un feocromocitoma. Se suspendió el omeprazol y se sustituyó por un antiácido. Los síntomas episódicos desaparecieron totalmente al cabo de algunas semanas. El recrudecimiento de los trastornos digestivos obligó a reiniciar la terapia con omeprazol, que fue seguida por la reaparición de los episodios de sudación. Este tipo de efectos adversos no suele estar descrito en relación al omeprazol. Un estudio de cohortes con unos 2500 pacientes tratados con omeprazol, la mayoría durante 2 a 4 semanas, tan sólo se notificó un caso de sudación, hasta la fecha. Entre otros medicamentos susceptibles de engendrar una sudación excesiva se pueden citar los medicamentos parasimpatomiméticos (como la pilocarpina), y la neostigmina, los mórficos, los antidepresivos imipramínicos y los beta-bloqueantes. El mecanismo de sudación relacionado con el omeprazol sigue siendo mal conocido. Las propiedades farmacológicas conocidas del omeprazol no han evidenciado hasta hoy una hiperactividad del sistema parasimpático. En la práctica, ante una sudación excesiva de origen inexplicable, hay que pensar, entre otras causas, en un origen medicamentoso. En algunos casos, esto puede evitar investigaciones inútiles y costosas.