DICAF

Fumar durante el embarazo expone a los peligros de muerte del feto en el útero, de muerte perinatal, de nacimiento prematuro (<32 semanas) y de poco peso al nacer (<2,500 g). No se conoce el papel que juegan los diversos componentes del humo del tabaco (nicotina, tiocianato, monóxido de carbono y otros tóxicos). Los autores han querido averiguar a qué riesgos se expone un embrión o un feto cuando la madre utiliza un substituto nicotínico. La nicotina atraviesa la barrera placentaria. En los animales, a dosis de 0,25 a 10 mg/kg/día, la nicotina provocó efectos adversos según la dosis y la duración del tratamiento: disminución del tamaño y del peso de las camadas, retraso del desarrollo postnatal del sistema nervioso central, etc. No obstante, siguen sin conocerse los riesgos eventuales de los substitutos nicotínicos durante el embarazo. En efecto, no existen datos concernientes a mujeres expuestas al principio del embarazo. Estudios de farmacología de corta duración realizados con mujeres al final del embarazo, que fumaban unos 20 cigarrillos diarios, parecen indicar que el empleo de chicle o de dispositivos transdérmicos de nicotina no supone una exposición a la nicotina superior a la que provocan los cigarrillos. Por otra parte, previene de la exposición a los demás tóxicos del humo del tabaco. No se ha evidenciado ningún efecto mayor hemodinámico o sobre el ritmo cardíaco fetal por parte de los substitutos nicotínicos. Con el ensayo clínico disponible no se ha establecido una eficacia específica para la abstención del tabaco durante el embarazo. Los autores estiman que, entre las fumadoras corrientes, las que más se benefician de los chicles o de los parches transdérmicos son las que fuman entre 15 y 20 cigarrillos diarios o más. Por ahora, las pruebas de un interés de la substitución nicotínica son frágiles.