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El fruto de la planta llamada Morinda citrifolia -el noni- es originario de Queensland, Australia, y la medicina indonesia y malasia lo considera como una panacea. Los frutos del noni tienen una forma entre redonda y ovalada y son del tamaño de un huevo de gallina. Cada fruto contiene una semilla dura, de color marrón oscuro brillante. Los frutos maduros desprenden un olor fuerte de queso rancio. Por esta razón, los australianos les llaman también ""rottet cheese fruit"". Para obtener zumo, extracto o polvo de los frutos del noni hay que recogerlos antes de que estén totalmente maduros y utilizarlos rápidamente. Los frutos deshidratados contienen numerosos componentes. Así, además del asperulósido, un glucósido de tipo iridoide, los investigadores han encontrado también ácidos grasos de cadena corta, el ácido n-hexánico y el ácido n-octílico que constituyen cerca del 90% de la fracción volátil destilable. El fruto maduro contiene también ácido n-decánico que podría ser el responsable de su desagradable olor. No sólo en los países donde se cultiva el noni, sino también en Europa, las indicaciones abarcan desde el tratamiento de los dolores al del cáncer, pasando por la diabetes, el accidente vascular cerebral, las depresiones, las alergias y los problemas digestivos. No obstante, todas estas indicaciones son más que discutibles, porque no se dispone de estudios clínicos fiables. Además, la mayoría de las observaciones se refieren a experiencias con animales y, muchas veces, ni siquiera se precisa qué partes de la planta se han utilizado. CONCLUSION: desde hace algún tiempo, numerosos fabricantes tratan de hacer buenos negocios también en Europa con ""la maravilla de los mares del sur"". Dado que los productos no pueden comercializarse dentro de la UE, la principal fuente de aprovisionamiento era y sigue siendo Internet. Aunque se pretenda que los frutos del noni y los productos extraídos del mismo sean una panacea, muchas de las propiedades atribuidas al noni rozan la leyenda. Una vez más, la ciencia se encuentra a remolque del marketing y abre ampliamente las puertas a una comercialización abusiva del fruto del noni como medicamento o alimento funcional.