DICAF

La rosiglitazona y la pioglitazona, antidiabéticos orales, que actúan como agonistas selectivos del receptor nuclear PPARy (receptor gamma activado por el proliferador de peroxisomas) y recientemente comercializados (finales del 2000 y principios del 2001, respectivamente). Los resultados de los ensayos clínicos aún en marcha han mostrado como efecto adverso un empeoramiento de la función cardíaca en los pacientes diabéticos en tratamiento con uno de los antidiabéticos orales. Aquellos pacientes en tratamiento con pioglitazona a dosis de 15 mg y 30 mg en combinación con insulina y con patología de base enfermedades como hipertensión arterial, neuropatía periférica, coronariopatías, retinopatía, infarto de miocardio, enfermedad vascular, angina de pecho, ictus y/o accidente isquémico transitorio e insuficiencia cardíaca congestiva, los resultados de los análisis no son concluyentes para determinar un incremento del riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva. Los pacientes en tratamiento con rosiglitazona en combinación con insulina, con enfermedades de base como neuropatía periférica, retinopatía, cardiopatía isquémica, enfermedad vascular e insuficiencia cardíaca congestiva mostraron una mayor incidencia de insuficiencia cardíaca y otros problemas vasculares en este grupo de pacientes respecto a los que estaban en tratamiento único con insulina. Estos resultados muestran que no es recomendable asociar rosiglitazona con insulina. Las recomendaciones generales que se hacen de estos dos antidiabéticos orales son que deben vigilarse los signos y síntomas de una posible insuficiencia cardíaca; que los pacientes que experimenten un incremento rápido de peso o edemas o respiraciones entrecortadas u otros síntomas relacionados con la insuficiencia cardíaca, inmediatamente acudan al médico; el tratamiento farmacológico deberá suspenderse si hay un empeoramiento de la función cardíaca y por último, los pacientes con insuficiencia cardíaca de la clase III o IV de la NYHA no se les debe tratar con estos antidiabéticos. Se recomienda monitorizar la función cardíaca.