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Los niveles elevados de homocisteína plasmática suponen un riesgo importante para la patología coronaria. Para la transformación de la homocisteía a metionina se requiere la presencia de ácido fólico, vitamina B6 y vitamina B12.

El folato parece ser la vitamina crítica en los niveles de homocisteína en plasma, disminuyendo de forma significativa sus niveles. La adición de vitamina B6 incrementa este descenso de homocisteína, efecto no observado con la adición de vitamina B12. Estas observaciones provienen de pequeños estudios y requieren de mayor evidencia para establecer las recomendaciones generales. Sin embargo, en pacientes con enfermedad cardíaca coronaria prematura o con antecedentes familiares de ella parece adecuado determinar los niveles de homocisteína o recomendar la administración de 800 mcg/día de ácido fólico. Las recomendaciones de ingesta diaria actuales son de 400 mcg de ácido fólico. Éste se encuentra en los vegetales de color verde oscuro, en los cereales de grano entero, en los cereales reforzados y en los productos animales.

Los niveles elevados de folato podrían enmascarar un déficit de vitamina B12. El déficit de ácido fólico se produce por una ingesta inadecuada o por alcoholismo, produce anemia macrocítica y defectos del tubo neural en el feto.

La vitamina B6 se encuentra en gran variedad de animales y plantas. La ingesta diaria recomendada es de 2 mg, las mejores fuentes son la carne, el pescado, las legumbres, frutos secos, patatas y cereales. Su déficit no es frecuente y produce estomatitis, efectos sobre el sistema nervioso central (depresión) y neuropatía. Su toxicidad tampoco es frecuente y se asocia a neurotoxicidad y fotosensibilidad.

La vitamina B12 se encuentra únicamente en los productos de origen animal. Si ingesta diaria recomendada es de 6 mcg. Su déficit produce anemia macrocítica y anomalías neurológicas. No se conocen efectos adversos por ingesta excesiva.