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Tratamiento: El objetivo del tratamiento es la eliminación completa del microorganismo ya que la frecuencia de reinfección es baja. Los regímenes de erradicación deben conseguir al menos un 80% de erradicación con mínimos efectos adversos e inducir pocas resistencias. Las terapias más utilizadas combinan un agente antisecretor con 2 antibióticos durante 7-14 días. Los antibióticos utilizados son amoxicilina, claritromicina, metronidazol, tetraciclina y bismuto. La resistencia primaria a amoxicilina y tetraciclina es poco frecuente, pero la resistencia a claritromicina es del 10 % en EEUU y Europa y mayor en Japón. La resistencia a metronidazol es del 20-30 %. Tratamiento de primera línea: -Basados en inhibidores de la bomba de protones: Diversos ensayos clínicos han demostrado la eficacia del tratamiento 2 veces al día durante 7 días con 20 mg de omeprazol, 1 g de amoxicilina y 500 mg de claritromicina, o 400 mg de metronidazol y 250 mg de claritromicina. Un metaanálisis con 666 estudios concluyó que la combinación de un inhibidor de la bomba de protones, claritromicina y un nitroimidazol; un inhibidor de la bomba de protones, claritromicina y amoxicilina; y un inhibidor de la bomba de protones, amoxicilina y un nitroimidazol presentan una eficacia similar. La duración de la terapia es un tema controvertido. En Europa se recomienda terapias de 7 días y en EEUU de 14 días. Un reciente metaanálisis demuestra que las terapias de 14 días consiguen tasas de curación algo mayores que la terapia de 7 días. -Basados en ranitidina citrato de bismuto: El regimen dual que combina ranitidina citrato de bismuto con claritromicina durante 2 semanas está aprobado por la FDA. Un metaanálisis sugiere que la combinación de ranitidina citrato de bismuto con claritromicina y amoxicilina o claritromicina y un nitroimidazol es tan eficaz como los tratamientos basados en un inhibidor de la bomba de protones. -Basados en bismuto: El bismuto en asociación con metronidazol y tetraciclina es comparable a terapias basadas en inhibidores de la bomba de protones o ranitidina citrato de bismuto, aunque la duración del tratamiento se reduzca a 7 días. Tratamiento de segunda línea: La erradicación es más difícil cuando ha fallado un primer tratamiento debido a la falta de cumplimiento por parte del paciente o por la aparición de resistencias. Se recomienda una duración del tratamiento de 10 a 14 días aunque la terapia óptima no se ha establecido. Idealmente es tratamiento se debería guiar por la susceptibilidad del microorganismo, pero a veces estos datos no están disponibles. Se recomienda una terapia cuádruple en la que un inhibididor de la bomba de protones o un antagonista H2 se añade a un regimen triple basado en bismuto con una alta dosis de metronidazol. Una alternativa a este tratamiento sería un segundo curso de terapia triple basada en un inhibidor de la bomba de protones, evitando los antibióticos a los que se podría desarrollado resistencia o aquellas combinaciones menos efectivas como amoxicilina y tetraciclina. En los lugares donde se disponga de ranitidina citrato de bismuto, se pueden utilizar como segunda línea terapias triples basadas en este compuesto. Indicaciones para el tratamiento: Éstas incluyen úlcera péptica activa, historia documentada de úlcera péptica o linfoma gástrico tipo MALT. En niños se recomienda cuando existe úlcera gástrica y duodenal, únicamente si los síntomas son graves. Perspectivas: El conocimiento de genoma de H pylori podrá ayudar a entender la patogénesis de la infección por este microorganismo. Por otra parte, aunque se ha realizado un enorme progreso en el conocimiento de la virulencia de H pylori esta información no ha sido utilizada aún en la práctica clínica. Finalmente, la vacunación se ha evaluado con éxito en animales pero parece que utilización en humanos presenta dificultades.
Palabras claves:
  • TRATAMIENTO
  • INFECCIÓN
  • HELICOBACTER PYLORI

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