DICAF

El síndrome caquéctico se caracteriza por un deterioro nutricional progresivo del paciente que acompaña a determinadas patologías como el cáncer. El paciente es incapaz de ganar peso, o mantener el ya existente, con una ingesta calórica adecuada. Este hecho se podría explicar por 3 factores: aumento de las necesidades metabólicas debido a la demanda nutricional de la enfermedad de base, incremento del gasto energético del paciente y una mala adaptación metabólica. Además, el síndrome caquéctico se caracteriza por diversas alteraciones hormonales, así como cambios en los procesos de síntesis y eliminación de determinados mediadores celulares como las citoquinas. Finalmente, se desencadena un síndrome de consunción, donde la ingesta forzada de aportes calóricos no resuelve la sintomatología. Las principales manifestaciones clínicas de este cuadro son: anorexia, saciedad, pérdida de peso, debilidad, fatiga, alteraciones de la función inmune y mal estado funcional. Asimismo, se ve afectada la calidad de vida del paciente y su supervivencia. El tratamiento del síndrome caquéctico debe ir dirigido a mejorar la calidad de vida de los pacientes, ya que no existe ningún fármaco que lo cure o revierta. La mejor opción de tratamiento es el control de la enfermedad de base, acompañado de la administración de soporte nutricional y tratamiento específico farmacológico para el cuadro caquéctico. Actualmente la efectividad de la ciproheptadina, hidrazina o pentoxifilina en el tratamiento de la anorexia es discutible. Únicamente los derivados de los progestágenos como el acetato de megestrol han sido capaces de incrementar el apetito y la ingesta en estos pacientes, así como mejorar si estado nutricional. Los corticoides también parece que incrementan el apetito, pero su duración de acción es corta. Otros fármacos como la melatonina o inhibidores de citoquinas como la talidomida, necesitan nuevos ensayos clínicos que evalúen su eficacia clínica. La hormona de crecimiento presenta efectos positivos sobre la caquexia, pero su elevado coste y sus efectos adversos recomiendan utilizarla como alternativa terapéutica a los anteriores tratamientos.