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Existen diversas dermatosis que afectan a los pies y que presentan una gravedad muy diversa, constituyendo una consulta frecuente a los profesionales de la salud. La tiña de los pies, tinea pedis o pie de atleta es la dermatofitosis más frecuente del cuerpo. Suele afectar a individuos jóvenes que hacen deporte, usan calzado cerrado y frecuentan baños y piscinas públicas. Se da con más frecuencia en climas cálidos y en verano. Se puede presentar con diversas formas clínicas. La forma crónica intertriginosa es la más frecuente, y suele afectar los espacios interdigitales, donde se observa eritema, descamación, fisuras y maceración. Puede constituir una puerta de entrada a infecciones estreptocócicas que compliquen el cuadro. La forma crónica papuloescamosa suele afectar de forma bilateral a la planta, laterales y talones, pudiéndose extender hacia el dorso del pie. Se presenta con un ligero eritema y una descamación difusa. La forma aguda vesiculoampulosa suele ser unilateral presentándose como un brote de vesículas agrupadas sobre una base inflamatoria de la superficie plantar. Las vesículas pueden sobreinfectarse dando lugar a pústulas. En invierno a menudo permanecer latente, activándose en verano. Estas tiñas se suelen tratar en base a su presentación clínica y severidad. En las formas leves puede ser suficiente un imidazol o alilamina tópicos, pudiendo requerirse tratamiento sistémico en formas mas manifiestas. En casos de sobreinfección bacteriana puede ser necesario el tratamiento con antibióticos. En los diabéticos se presenta el llamado pie diabético, debido a que presentan un mayor riesgo de infecciones, ulceraciones, gangrena y dermatofitosis en los pies. Además la aterosclerosis y la neuropatía periférica dificultan la curación de heridas, causando úlceras neurotróficas en los pies. Por todo ello, el cuidado de los pies en los pacientes diabéticos es muy importante. Se deben lavar y secar bien los pies dos veces al día, y aplicar emolientes y acudir al podólogo con regularidad. Así mismo, es necesario atender rápidamente las infecciones menores y heridas de los pies para evitar complicaciones secundarias.