DICAF

No se recomienda su uso de digoxina en descompensación aguda de insuficiencia cardiaca, ni en insuficiencia cardiaca derecha no asociada a fibrilación auricular. Tampoco está indicado en insuficiencia cardiaca diastólica a menos que se use como coadyuvante en el control de frecuencias cardiacas altas en la fibrilación auricular. En las arritmias, su indicación hoy en día se reserva a la fibrilación o flúter auricular con respuesta auricular rápida para el control de la frecuencia cardiaca, sobre todo en casos de insuficiencia cardiaca o de disfunción ventricular severa. Especialmente presenta utilidad en los casos crónicos, puesto que presenta una gran lentitud de acción. En estos tratamientos, para el ajuste de dosis, es más útil guiarse por la frecuencia cardiaca en reposo que por determinaciones seriadas de niveles en sangre, que sirven fundamentalmente para detectar a pacientes con niveles tóxicos que no están respondiendo al tratamiento. En los pacientes ancianos se producen variaciones en la farmacocinética de la digoxina que pueden aumentar el riesgo de intoxicación digitálica. También hay que tener en cuenta que la existencia de otras patologías, y el tratamiento de las mismas puede alterar la sensibilidad y los niveles plasmáticos de la misma, debiéndose prestar especial atención a las hipopotasemias e hipomagnesemias de los pacientes en tratamiento con diuréticos. Por todo ello, se deben tratar con dosis que den lugar a digoxinemias lo más bajas posibles. En ancianos, los efectos adversos neurológicos y cardiovasculares son más frecuentes, presentándose síntomas de intoxicación entre un 10-20% de los pacientes. En pediatría la dosificación se deber realizar en base al peso y la edad del paciente, soliéndose utilizar una dosis de carga. Se buscan concentraciones plasmáticas ente 0,8 y 2 ng/mL, pudiéndose superar este rango en arritmias. En esta población, la digoxina está indicada en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca y de taquicardias supraventriculares no asociadas al síndrome de Wolf-Parkinson-White. Puesto que la digoxina atraviesa la barrera placentaria, está se ha utilizado para el tratamiento de arritmias fetales, administrándose por vía materna y no fetal, salvo en casos de hydrops fetal en los que hay una mala transferencia de la digoxina a través de la placenta.