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Las úlceras en las piernas constituyen un importante problema tanto para los pacientes como para los servicios de salud. La mayoría están asociadas a enfermedad venosa, pero otras causas que contribuyen son inmovilidad, obesidad, trauma, enfermedad arterial, vasculitis, diabetes o neoplasia. El ingreso de los pacientes en un centro hospitalario para el tratamiento de esta entidad es muy efectivo, pero es caro, y plantea problemas por la escasez de camas y la falta de independencia que genera en los pacientes. Además, muchos de los pacientes recaen cuando vuelven a su ambiente habitual. Por ello, hoy en día se prefiere el tratamiento ambulatorio de las úlceras en las piernas. La principal causa de estas ulceras es una hipertensión venosa sostenida, que resulta en edemas, y en una isquemia a la altura del tobillo, produciéndose una reperfusión cuando se camina o se elevan los miembros. Esto da lugar a un proceso inflamatorio que facilita aún más los edemas, la necrosis tisular y la formación de una matriz proteica alrededor de los capilares. Todo ello se traduce en dolor, pesadez de las piernas, picor, lipodermatoesclerosis, pigmentación, hinchazón, eczema, y en último caso ulceración. Por todo ello el tratamiento de las úlceras se basará en una prevención de la hipertensión venosa mantenida y una reducción de sus consecuencias, fundamentalmente mediante vendajes compresivos para reducir el éstasis venoso y los edemas titulares.