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Numerosos alimentos contienen alergenos parecidos a los alergenos polínicos de algunos árboles. gramíneas o cereales, de manera que, en caso de alergia al polen, puede desarrollarse una alergia alimentaria por reacción cruzada. El aumento general de las alergias polínicas se explica por el aumento de las alergias alimentarias: hace 15-20 años, cerca del 17% de los pacientes afectados por fiebre del heno sufrían una alergia alimentaria asociada a la alergia al polen: hoy día, la cifra alcanza casi 60%. Contrariamente a la alergia alimentaria clásica, en la que los alergenos desencadenan directamente la sensibilización (anticuerpo IgE) a nivel gastrointestinal, en la alergia alimentaria asociada al polen existe en parentesco estructural (identidad de secuencia) con los alergenos polínicos. Los alergenos alimentarios, por sí mismos, no pueden inducir respuesta IgE. No se observan síntomas más que a partir del momento en que el organismo se ha sensibilizado previamente al alergeno polínico emparentado. La expresión de los síntomas es esencialmente local y raramente sistémica. Se califica de síndrome alérgico oral el prurito que suele producirse y la sensación pastosa a nivel de la boca y de la faringe. REACCIONES CRUZADAS: las alergias polínicas generalmente están en correlación con algunos alimentos específicos. Las PERSONAS ALERGICAS AL POLEN DE LOS ARBOLES suelen reaccionar a los frutos con huesos o pepitas (manzanas, peras, etc), a las almendras, al apio, las zanahorias y también a las avellanas y a las nueces. En las PERSONAS ALERGICAS A LAS GRAMINEAS dominan las reacciones a las leguminosas, cereales, tomates o melón. Las PERSONAS ALERGICAS A LAS HERBACEAS suelen reaccionar a las verduras crudas (apio, zanahoria, pimiento, patata, pepino), al melón y a las especies (hinojo, anís, canela, ajo, pimienta, nuez moscada). Las alergias alimentarias se ebservan especialmente en caso de alergia al polen de árboles de floración temprana (avellano, abedul). TRATAMIENTO: a título preventivo, los estabilizadores de los mastocitos de acción local pueden bloquear la liberación de histamina. En caso de síntomas agudos, generalmente se prescriben antihistamínicos y en casos graves, también glucocorticoides.