DICAF

Los agonistas beta-adrenérgicos son broncodilatadores que responden a cualquier estímulo broncoconstrictor y por ello paliativos en el tratamiento del asma. Son útiles tan sólo los beta-2 selectivos, puesto que la estimulación beta-1 origina efectos adversos. La indicación de estos fármacos varía según la duración de acción, de modo que distinguimos de acción corta y de acción prolongada. Entre los de acción corta encontramos: bambuterol, carbuterol, fenoterol, clembuterol, procaterol, reproterol, salbutamol y terbutalino. Se usan en el tratamiento sintomático del asma leve, a demanda, siendo los más eficaces tanto en el broncoespasmo agudo como en la prevención del asma secundario al ejercicio físico. La administración más de cuatro veces al día o la presencia de síntomas nocturnos implica un mal control del asma debiendo considerarse la necesidad de un tratamiento antiinflamatorio. Los de acción prolongada son formoterol y salmeterol y a diferencia de los de acción corta no se deben usar a demanda en las crisis agudas sino que se usan en el mantenimiento del asma en asociación con corticoesteroides inhalados, siendo de especial utilidad en pacientes con síntomas nocturnos. En cuanto a sus reacciones adversas estos fármacos pueden producir taquicardias, temblores, palpitaciones y vasodilatación, fundamentalmente cuando se administra por vía oral, por lo que se prefiere la vía inhalatoria, reservándose la oral para niños pequeños en que la inhalatoria no es posible. El uso de los beta-2-adrenérgicos de forma regular (de acción prolongada) se ha asociado a un aumento de la hiperreactividad bronquial superior al observado cuando se usan a demanda. También se han descrito fenómenos de muerte súbita tras la administración prolongada de salmeterol, si bien no se ha podido clarificar una relación causal.