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La hepatitis aguda vírica es una de las infecciones más comunes y la más frecuente es la Hepatitis A. No existe un tratamiento farmacológico disponible. La hepatitis A, afecta normalmente a niños sin producir sintomatología. En adultos posee diversas manifestaciones clínicas: a menudo se presenta ictericia, en hepatitis aguda grave, a veces en niños, y más frecuentemente en adultos, aparece insuficiencia hepática aguda que conlleva alteración hepática crónica. La gravedad de la Hepatitis A incrementa con la edad. La transmisión de la Hepatitis A se produce por vía entérica, fecal-oral, por contacto directo persona a persona. Existen brotes de transmisión a través de agua contaminada, comidas crudas o poco cocinadas. También existe por transmisión sexual y, en los adictos a drogas, por vía parenteral. No se ha demostrado transmisión materno-neonatal. El periodo de incubación es de 15-50 días, con una media de 30 días. El virus se encuentra en las heces desde 1-2 semanas antes del inicio de los síntomas hasta al menos 1 semana después. Las manifestaciones clínicas iniciales son gastrointestinales, pueden presentarse con fiebre, malestar general, debilidad, anorexia, náuseas, vómitos, artralgias y mialgias. Puede oscurecerse la orina y presentar prurito. Al iniciarse la ictericia suele desaparecer la sintomatología, excepto la anorexia, malestar general y debilidad. El hígado puede palparse inflamado y blando. En la analítica se observa gran elevación de los niveles séricos de transaminasas. La mayoría de pacientes pueden tratarse en casa con reposo, determinado por la sensación de fatiga del paciente, excepto si hay vómitos persistentes y anorexia grave que puedan provocar deshidratación. La recuperación clínica y analítica es total a los 3-6 meses. Se recomienda no tomar alcohol durante la fase aguda.
Palabras claves:
  • DIAGNOSTICO
  • MONITORIZACION
  • TRANSMISION
  • NIÑOS
  • CONTAMINACION
  • SINTOMAS

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