DICAF

El uso crónico de benzodiazepinas ha sido habitual en la práctica clínica hasta hace pocos años. Esto se ha debido fundamentalmente al desconocimiento que ha existido en la clase médica sobre la relación riesgo/beneficio de estos tratamientos. El uso racional de estos fármacos se basa en la completa comprensión diagnóstica y terapéutica del problema específico que afrontamos en cada caso. Para ello, es imprescindible tener en cuenta la patología a tratar, su eventual cronicidad y recurrencia, la duración necesaria del tratamiento, así como los riesgos asociados a estos fármacos. Es deseable por tanto que en los próximos años se produzca dentro de la población médica un esfuerzo para profundizar en el conocimiento de los beneficios y los riesgos de este grupo farmacológico, así como de las alternativas que resultan válidas en los transtornos leves o transitorios. Esto permitirá una normalización de su empleo que beneficiará a los pacientes y eliminará el rechazo que causan en un importante sector de la población médica. Además se han comenzado a encontrar nuevos fármacos que disminuyen los inconvenientes de las benzodiazepinas, por lo que es previsible que en un futuro se disponga de nuevas moléculas capaces de evitar los inconvenientes de las actuales.