Muchas investigaciones apuntan a que la oxidación es la base de afecciones como el cáncer y las enfermedades cardíacas. Se sabe que cuando las partículas de colesterol LDL se oxidan, se inicia una reacción en cadena que puede promover la aterosclerosis, la acumulación de placa en la pared de la arteria. Ayudar al organismo a protegerse de la oxidación es beneficioso y esta protección puede obtenerse a partir de los alimentos que ingerimos.
Las vitaminas antioxidantes dietéticas, los polifenoles y otros compuestos bioactivos presentes en alimentos como las frutas, verduras y frutos secos han sido un foco de investigación nutricional intenso debido a su papel en la reducción del estrés oxidativo y la protección del colesterol LDL a la oxidación. Aunque menos estudiados, los aguacates son también una fuente rica en nutrientes de ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) y ricos en antioxidantes. Los aguacates tienen un efecto adicional de reducción del colesterol LDL más allá del observado cuando sus MUFA se sustituyen por ácidos grasos saturados (SFA), especialmente de partículas pequeñas y densas de colesterol LDL (sdLDL), que son susceptibles a la oxidación y se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Las partículas pequeñas y densas de colesterol LDL son particularmente dañinas para promover la acumulación de placa en las arterias.
Estudios previos han demostraron que los aguacates podrían ayudar a reducir el colesterol LDL. Un grupo de investigación se preguntaron si los aguacates podrían también reducir las partículas de colesterol LDL oxidadas. Así se planteo un nuevo estudio con el objetivo de determinar si el consumo de aguacates como parte de una dieta saludable moderada en grasas reduciría las concentraciones de colesterol LDL oxidado en comparación con la dieta estadounidense promedio y otras dos dietas diseñadas para reducir el colesterol.
Los investigadores reclutaron a 45 participantes adultos con sobrepeso u obesidad para el estudio. Todos los participantes siguieron una dieta de dos semanas al comienzo del estudio. Esta dieta imitaba una dieta estadounidense promedio y permitía a todos los participantes comenzar el estudio sobre una base nutricional similar. Luego, cada participante completó cinco semanas de tres dietas de tratamiento diferentes siendo asignados a ellas en un orden aleatorio. Las dietas incluían una dieta baja en grasas, una dieta moderada en grasas y una dieta moderada en grasas que incluía un aguacate al día. La dieta moderada en grasas sin aguacates se complementó con grasas extra saludables para igualar la cantidad de ácidos grasos monoinsaturados que se obtendrían de los aguacates.
Después de cinco semanas con la dieta del aguacate, los participantes tenían niveles significativamente más bajos de colesterol LDL oxidado que antes del comienzo del estudio o después de completar las dietas bajas en grasas y moderada en grasas sin aguacate. Específicamente se observó una reducción en las partículas colesterol LDL pequeñas y densas que se habían oxidado. Después de la dieta del aguacate los participantes también tenían niveles más altos de luteína, un antioxidante que en opinión de los autores podría ser el bioactivo que protege al colesterol LDL de la oxidación.
Los investigadores enfatizan la importancia que puede tener la investigación nutricional sobre los aguacates, un área de estudio relativamente nueva, ya que además de los antioxidantes presentan también buenas cantidades de grasas saludables, carotenoides, que son importantes para el bienestar ocular, y otros nutrientes de interés para la salud.