Sesionbes Bibliográficas. 01 de Febrero de 2000 (12)

La presencia de microorganismos en la superficie del cuerpo no suele provocar enfermedades. Según estudios recientes, junto a la barrera física (capas lipídicas, capa córnea, mucus) existe un sistema de defensa química que funciona independientemente del sistema celular. Observado al principio en las plantas, también se ha constatado en la superficie corporal de los animales y del hombre la presencia de un sistema inductible que posee propiedades antimicrobianas. O bien las células epiteliales producen constantemente ""antibióticos peptídicos"" (el lisozima es un representante conocido), o bien la producción es inducida por microorganismos (las ""beta-defensinas"" son un ejemplo). Los péptidos inducidos poseen una alta selectividad respecto a los gérmenes patógenos. Los antibióticos peptídicos destruyen las bacterias o los hongos incorporándose a sus membranas, formando poros y perturbando de esta manera el equilibrio químico. Las células humanas no resultan afectadas por este efecto debido a la diferente composición de su membrana. Prácticamente, los microorganismos no parecen poder desarrollar resistencia contra los antibióticos peptídicos porque resulta infinitamente más complejo modificar la estructura de la membrana para impedir la formación de poros que transformar enzimas. Los primeros estudios realizados sobre el empleo terapéutico de antibióticos peptídicos han atestiguado una buena eficacia, con escasos efectos adversos. También puede considerarse su uso por vía sistémica. En el futuro, los antibióticos peptídicos podrían suponer un potencial importante para el tratamiento de las infecciones causadas por agentes resistentes a los antibióticos.
Palabras claves:
  • ANTIMICROBIANOS
  • BARRERA
  • INVESTIGACION
  • DEFENSAS

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.