La soja puede ser una buena alternativa para pacientes que requieren una reducción prudente de las proteínas de baja densidad - colesterol (LDL-colesterol), ya que generalmente se consigue una reducción significativa.
La soja puede mejorar los parámetros lipídicos sanguíneos en pacientes con niveles normales de colesterol y en hipercolesterolemia, aunque el uso de soja sola no permite normalizar totalmente los parámetros en pacientes con hiperlipemia importante.
Los requerimientos se consumo de proteína de soja para alcanzar efectos beneficiosos oscilan entre 20-47 g/día. También se ha observado un efecto beneficioso de la soja en los niveles de triglicéridos, no se observan cambios en los niveles de HDL-colesterol.
Se requieren estudios para determinar los efectos de la soja, adicionales a la terapia farmacológica de la hiperlipemia.