El eczema atópico afecta al 10-20% de los niños de los países occidentales. Se caracteriza por una erupción rojiza pruriginosa, con finas pápulas, a veces con urticaria que puede formar una capa rojiza.
Las exacerbaciones agudas de eczema pueden ser con costra y exudado, a menudo indicadores de sobreinfecciones por estáfilococo. Las lesiones crónicas excoriadas a menudo liquenifican.
Los niveles séricos de IgE pueden ser marcadamente elevados y son frecuentes los niveles altos de anticuerpos frente a aeroalergenos y alergenos alimentarios. Después de un test cutáneo con un alergeno existe una producción inicial local de interleucina 4 y 5, seguida de una respuesta mixta que incluye interferón - gamma , interleucina 4 y 5.
Evitar los alergenos (algunos alimentos, el polvo) generalmente no es efectivo en el tratamiento de eczema atópico, excepto la supresión de algunos alimentos (huevos, frutos secos y leche) en niños.
El tratamiento fundamental del eczema atópico se basa en la aplicación de corticosteroides tópicos y en caso de sobreinfección en la administración de antibióticos.
Los superantígenos derivados de Staphylococcus aureus pueden causar proliferación de células T. El tratamiento con dosis bajas de ciclosporina puede ser muy beneficioso en algunos casos, lo que confirma que las células T juegan un papel importante en el eczema atópico. Recientemente se está utilizando tacrolimus tópico, cuyo modo de acción es similar a la ciclosporina; es efectivo en el tratamiento del eczema grave y reduce la necesidad de inmunosupresores sistémicos.
Palabras claves:
- ALIMENTOS
- CICLOSPORINA
- CORTICOIDES
- IgG
- TACROLIMUS
NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.