Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 1995 (6)

La autotransfusión programada permite a un paciente que tenga que someterse a una intervención quirúrgica (especialmente ortopédica o cardiovascular) constituir una reserva de su propia sangre, antes de que ésta tenga lugar. Este método pretende suprimir los riesgos potenciales de infección y de reacción inmunitaria ligados a la transfusión homóloga. En varios ensayos clínicos controlados (con un total de más de 600 pacientes) se ha demostrado que la administración de eritropoyetina permitía alcanzar más fácilmente el volumen globular considerado necesario para una autotransfusión en diversas circunstancias: paciente con anemia moderada (hematocrito entre 33-39%) sin déficit de hierro, cuya necesidad de sangre se consideraba importante, cuando mediaba poco tiempo entre la decisión y la realización del acto quirúrgico. La eritropoyetina haría posibles las transfusiones autólogas en mayor número de pacientes. Es cierto que resulta costosa, pero también lo son las transfusiones homólogas. Por ello podría ser útil para esta indicación, pero es indispensable una evaluación rigurosa del volumen de sangre necesario durante la intervención para evitar despilfarro o desvío de la indicación. Además, es necesario un control a largo plazo para comparar y evaluar los riesgos inherentes a la transfusión homóloga y a la eritropoyetina (sobre todo trombosis).
Palabras claves:
  • TRANSFUSIONES
  • EFECTOS-ADVERSOS
  • CIRUGIA
  • EFICACIA
  • COSTE
  • INDICACION

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.