Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 1995 (6)

Una menor exposición al sol, la escasa capacidad de la piel para sintetizar vitamina D y un aporte alimentario insuficiente pueden causar una carencia de vitamina D, especialmente en personas de edad avanzada. Esta situación puede evaluarse midiendo los niveles plasmáticos de 25-hidroxi-vitamina D (25-OH-D). Concentraciones bajas en 25-OH-D pueden inducir una elevación de los niveles plasmáticos de parathormona, provocando una movilización del calcio óseo con el consiguiente peligro de osteoporosis. En un estudio europeo llevado a cabo en 11 países se midieron los niveles plasmáticos de 25-OH-D de 824 personas de edad avanzada. En el 36% de los hombres y el 47% de las mujeres las concentraciones eran inferiores a 30 nmol/L. Un análisis por subgrupos evidenció que la administración suplementaria de vitamina D o la exposición a una lámpara UV permitían duplicar estos valores. Además, las concentraciones más bajas se daban en los habitantes del sur de Europa, lo que puede explicarse por los hábitos en el vestir (¡uso de vestidos largos para protegerse del sol!). Las personas de edad avanzada corren un mayor riesgo de carencia de vitamina D durante el invierno. Para combatirlo puede recomendárseles el consumo de alimentos ricos en vitamina D o la toma de suplementos vitamínicos durante esta estación del año.
Palabras claves:
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NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.