Sesionbes Bibliográficas. 01 de Febrero de 2003 (45)

El ensayo DIG (Digitalis Investigation Group), randomizado, doble ciego y controlado frente a placebo, evaluó en 1997 la eficacia de la terapia con digoxina en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, encontrando que el tratamiento no tuvo efecto en la mortalidad y solo redujo modestamente la incidencia de ingresos hospitalarios debidos a empeoramiento de la enfermedad. En dicho estudio se trato de mantener las concentraciones séricas de digoxina entre 0,5 y 2 ng/mL. Desde la publicación de este ensayo han aparecido algunas publicaciones que cuestionan la bondad de concentraciones séricas de digoxina superiores a 1 ng/mL, pero son estudios limitados a resultados intermedios, como función neurohormonal o empeoramiento de la insuficiencia cardiaca, y sobre grupos de pacientes reducidos. Por ello, los autores, con los datos del ensayo DIG, evalúan la asociación de los niveles séricos de digoxina y el riesgo de mortalidad y hospitalización entre pacientes con insuficiencia cardiaca y disfunción ventricular izquierda. Para ello se dividieron los pacientes tratados con digoxina en tres grupos según los niveles séricos de digoxina después de un mes: 0,5-0,8 ng/mL, 0,9-1,1 ng/mL y mayores de 1,2 ng/mL. Se examinaron los episodios de muerte, muerte asociada a causas cardiovasculares, asociadas a empeoramiento de la insuficiencia cardiaca, hospitalizaciones asociadas a empeoramiento de la enfermedad y a sospecha de toxicidad por digoxina. No hubo diferencias entre la mortalidad global entre los pacientes tratados con digoxina y aquellos tratados con placebo. Si se observó que las concentraciones séricas mayores se asociaron a una mayor mortalidad global y cardiovascular, pero no a aquella debida a empeoramiento de la insuficiencia cardiaca. Los pacientes con concentraciones séricas de 0,5-0,8 ng/mL presentaron, comparado con placebo, una frecuencia de muertes menor, en un 6,3% para la mortalidad global, 3,7% para la cardiovascular, y 4,7% en la asociada a empeoramiento de la insuficiencia cardiaca. Los pacientes con concentraciones séricas de 0,9-1,1 ng/mL tuvieron mortalidad semejante a placebo en todos los casos y aquellos pacientes del grupo de 1,2 ng/mL o mayor, presentaron un aumento del 11,8% en la mortalidad global, un 11,5% en la cardiovascular, y no presentaron diferencias en la asociada a empeoramiento de la insuficiencia cardiaca. Los resultados obtenidos para este último grupo no fueron estadísticamente significativos tras un análisis multivariable, ero si mostraron una clara tendencia. En cuanto a la hospitalización, los pacientes del grupo de menor concentraciones séricas de digoxina presentaron un 5,9% menos de hospitalizaciones en general y de un 14% en las hospitalizaciones asociadas a un empeoramiento de la insuficiencia cardiaca. En los otros grupos la incidencia de hospitalización fue similar a placebo. El grupo de mayores concentraciones fue el único en que se detecto un mayor grado de hospitalizaciones asociadas a sospecha de toxicidad por digoxina que el placebo (2,4%). Con estos datos, los autores concluyen que niveles superiores a aproximadamente 1 ng/mL no aportan ninguna ventaja terapéutica, y superiores a 1,2 ng/mL pueden resultar dañinos, constituyendo 0,5-0,8 ng/mL el rango óptimo de concentraciones séricas de digoxina, puesto que se asocia con un menor grado de mortalidad y hospitalización en pacientes con insuficiencia cardiaca y alteración en la función ventricular izquierda.
Palabras claves:
  • INSUFICIENCIA
  • CONCENTRACIÓN_SERICA
  • DIGOXINA
  • FUNCIÓN VENTRICULAR

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.