Sesión Bibliográfica. 01 de Septiembre de 2003 (51)

La caries dental es la enfermedad crónica infantil más común, que en caso de no tratarse puede dar lugar a dolor, disfunciones, mal aspecto y problemas con el desarrollo del habla. Aunque en los últimos años ha disminuido su incidencia, aún hay grupos poblacionales, especialmente asociados a la pobreza, en los cuales esta disminución no ha sido tan importante, por lo que se deben buscar factores de riesgo modificables para disminuir su incidencia. La inhalación de tabaco ambiental se ha asociado en estudios previos a enfermedad periodontal en pacientes adultos, y hay datos experimentales, que relacionan este hecho con la caries. Esto se puede deber a varios factores a los que se asocia la nicotina, como la estimulación del crecimiento de S. Mutans (responsable de la caries), disminución de los niveles de vitamina C, inmunosupresión, disminución de la salivación o aumento de la frecuencia con la que las madres fumadoras transmiten las bacterias responsables de la caries a sus hijos. Los niños más pequeños serán los más vulnerables ante todos estos efectos. En este estudio se busco la asociación entre la inhalación pasiva de tabaco y la caries, mediante los niveles de cotinina (metabolito de la nicotina) en sangre y un examen dental completo. Para ello se examinaron los dientes de leche y definitivos de 3.873 niños entre 4 y 11 años, y sus niveles de cotinina en sangre, estableciendo cuatro niveles de exposición, a saber: indetectable (menor de 0,05 ng/mL), baja exposición (0,05-0,2 ng/mL), moderada (0,2-1 ng/mL) y alta (mayor de 1 ng/mL). También se analizaron otras posibles asociaciones con la caries, como edad, sexo, raza, estatus socioeconómico, región de residencia, nivel de educación del cabeza de familia, ingesta de azúcar y niveles plasmáticos de plomo. El estudio estadístico reveló una asociación entre los niveles de cotinina y caries en los dientes de leche, tanto directamente, como tras ajustar el análisis a los diferentes factores anteriormente nombrados. El OR tras el ajuste fue de 1,8 (CI 95%: 1,2-2,7) para superficies con caries, y 1,4 (CI 95%:1,1-2,0) para superficies empastadas. Se observó también una relación dosis dependiente, de modo que conforme aumentaban los niveles de cotinina en sangre, aumentaba el riesgo de caries. En el caso de las superficies empastadas también se observa una tendencia en los tres primeros niveles de cotinina, que se pierde para el nivel de mayor concentración plasmática de cotinina. Esto sugiere que puede haber un umbral por encima del cual no aumenta el efecto perjudicial de la nicotina. En base a estos datos, el riesgo poblacional atribuible a inhalar pasivamente humo de tabaco es de un 27% para las superficies con caries, y de un 14% para las empastadas. En los dientes permanentes, se observa una tendencia en la relación entre ambos factores, pero no es estadísticamente significativa. El hecho de la asociación con los dientes de leche y no con los definitivos, pone de manifiesto que la exposición de los niños al humo del tabaco es especialmente perjudicial en la primera infancia. Estos resultados muestran una evidencia más de que inhalar pasivamente el humo del tabaco es perjudicial para la salud, y que los niños deben crecer en un ambiente libre de humos.
Palabras claves:
  • TABACO
  • INFANCIA
  • COTININA
  • FUMADOR PASIVO
  • NICOTINA
  • EMPASTE
  • CARIES

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.