Sesión Bibliográfica. 01 de Septiembre de 2003 (51)

Actualmente la úlcera péptica es tratada como una enfermedad infecciosa y disponemos de una terapia efectiva aunque no hay todavía un tratamiento ideal. La prevalencia de la infección por Helicobacter pylori está relacionada con las condiciones socioeconómicas, siendo más frecuente en países desarrollados. El microorganismo normalmente se adquiere por ingestión oral durante la infancia. La infección en adultos es habitualmente crónica y no remite sin tratamiento específico. La bacteria está altamente adaptada a la mucosa gástrica. Una vez ingerida, evade la actividad bactericida del lumen gástrico; la producción de ureasa y la motilidad son factores esenciales en esta primera etapa. Se adhiere a las células epiteliales mediante múltiples estructuras. La infección por H. pylori causa una continua inflamación gástrica e induce una enérgica respuesta humoral sistémica y de la mucosa. La producción de anticuerpos no erradica la infección pero contribuye al daño tisular. Además, existen otros muchos mecanismos mediante los que se provoca el daño epitelial. El curso clínico de la infección por H. pylori es muy variable y está influenciado tanto por factores microbianos como por los del huésped. La bacteria es responsable de la mayoría de las úlceras duodenales y gástricas. También existe una fuerte evidencia de que H. pylori incrementa el riesgo de cáncer gástrico y de linfoma tipo MALT. El papel de este microorganismo en la dispepsia no asociada a úlcera es todavía controvertido, ya que en grandes ensayos clínicos randomizados no se ha observado una asociación consistente entre la erradicación de H pylori y el alivio de los síntomas. Por otra parte, y aunque también es un tema polémico, algunos estudios han demostrado que la erradicación de H pylori no ejerce una influenciado negativa sobre la recaída en pacientes con reflujo gastroesofágico. De todas formas, son necesarios más estudios prospectivos. Diagnóstico: La selección del test apropiado depende del entorno clínico. Los métodos no invasivos incluyen el test del aliento con urea, el test serológico y el ensayo de antígeno en heces. El primero está indicado para el diagnóstico inicial de la infección y el seguimiento de la terapia erradicadora. Los test serológicos son baratos y ampliamente utilizados para el diagnóstico de la infección antes del tratamiento. Los test de antígenos en heces son una alternativa al test del aliento con urea con una sensibilidad del 89% al 98% y una especificidad del 90%. A los pacientes con síntomas como anemia, sangrado gastrointestinal, pérdida de peso o pacientes mayores de 50 años se les debería realizar una endoscopia para realizar el diagnóstico.
Palabras claves:
  • INFECCIÓN
  • DIAGNÓSTICO
  • HELICOBACTER PYLORI

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.