La calcineurina es un enzima, dependiente del calcio y de la calmodulina, que efectúa una regulación positiva de las vías de transducción de señales en los linfocitos T, favoreciendo la transcripción de los genes de diversas citocinas dependientes del factor nuclear de las células T activadas, entre las que se encuentran las interleucinas IL-2, IL-3, IL-4 e IL-5, el factor estimulador de colonias de granulocitos y macrófagos, el factor de necrosis tumoral alfa y el interferón gamma.
La ciclosporina es un inmunomodulador utilizado sobretodo en la prevención del rechazo de trasplantes. Se une a receptores intracelulares denominados inmunofilinas, el complejo ciclosporina-inmunofilina se une a la calcineurina e inhibe su actividad, de esta forma no se produce la activación de los linfocitos T y la síntesis de citocinas. La ciclosporina por vía oral tiene múltiples indicaciones en dermatología como psoriasis o pioderma gangrenoso, pero su ineficacia por vía tópica y el riesgo de hipertensión y nefropatía limitan su uso prolongado.
Hasta ahora se han comercializado dos antibióticos macrolactámicos con acción inhibidora de la calcineurina que pueden ser administrados por vía tópica: tacrolimus y pimecrolimus. Ambos, al igual que la ciclosporina, actúan uniéndose a inmunofilinas y, además de la acción sobre los linfocitos T, modulan la liberación de mediadores inflamatorios por los mastocitos y los basófilos.
La utilización en dermatología de tacrolimus por vía oral ha sido muy limitada y sobretodo en psoriasis. La penetración cutánea del fármaco es muy variable y depende de la concentración del fármaco, el excipiente, la integridad de la barrera cutánea y la existencia de inflamación. Los estudios realizados han demostrado su eficacia en el tratamiento de la dermatitis atópica, indicación para la cual ha sido aprobado. Los resultados en psoriasis han sido muy pobres y se han realizado diversos estudios que apoyan su utilización en dermatitis por contacto. El efecto adverso más frecuente es una sensación de irritación o quemazón que puede durar 30-90 minutos, normalmente tiende a disminuir paulatinamente tras las primeras aplicaciones.
El pimecrolimus se ha desarrollado básicamente para aplicación tópica. Su eficacia en dermatitis atópica se ha demostrado frente a placebo y esteroides tópicos, siendo su esta indicación aprobada. La sensación de irritación y quemazón que pueden provocar tacrolimus también puede aparecer tras la aplicación de pimecrolimus pero es menos frecuente e intensa.
La ausencia de efectos adversos como atrofia y estrías por distensión, hace de estos dos fármacos una interesante alternativa en el tratamiento de la dermatitis atópica y posibles aplicaciones futuras como la psoriasis, dermatitis por contacto, dermatitis seborreica, alopecia areata, liquen plano, lupus eritematoso, dermatomiositis, pioderma gangrenoso, enfermedad injerto contra huésped y queloides.
El elevado precio de los inhibidores tópicos de la calcineurina debe ser tenido en cuenta como factor limitante para su utilización. Además se deben realizar estudios de farmacovigilancia a largo plazo para descartar un posible efecto carcinogénico. También sería necesario realizar estudios comparativos entre estos dos fármacos.
Palabras claves:
- TACROLIMUS
- DERMATITIS ATÓPICA
- PIMECROLIMUS
NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.