Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 1996 (7)

El interferón beta-1a ha recibido autorización de la FDA de EEUU para el tratamiento de las formas recidivantes de la esclerosis múltiple, como ya lo había recibido el interferón beta-1b. Su mecanismo de acción es desconocido, pero los interferones tienen efectos inmunomoduladores, antiproliferativos y antivíricos. El interferón beta-1a, al igual que el interferón beta-1b, ha mostrado capacidad de reducir las exacerbaciones de la enfermedad y las lesiones cerebrales respecto a enfermos que no han sido tratados. No existen estudios comparativos entre ambos, por lo que se desconoce cual de los dos es más efectivo. Al igual que ocurre con el interferón beta 1-b, en un tratamiento con interferón beta-1a se producen anticuerpos neutralizantes, y no está determinada la influencia de este hecho en la eficacia del fármaco. El principal efecto adverso, tanto con interferón beta-1b como con interferón beta-1a, es la aparición de un síndrome gripal, así como reacciones en la zona de inyección, pero a diferencia del interferón beta-1b, el interferón beta-1a no produce necrosis en la zona de inyección. La dosis recomendada para el interferón beta-1a es de 6 millones de unidades inyectadas por vía intramuscular una vez por semana, frente a los 8 millones de unidades de interferón beta-1b cada dos días por vía subcutánea.
Palabras claves:
  • EFICACIA
  • INTERFERÓN-BETA-1-B
  • EFECTOS
  • EFECTOS-ADVERSOS
  • DOSIS

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.