Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 1993 (4)

La amiodarona es el principal medicamento responsable de distiroidismos inducidos por yodo (200 mg de amiodarona contienen 75 mg de yodo). El hipertiroidismo que aparece en el 3-12% de los pacientes, es especialmente preocupante porque puede ser grave y difícil de tratar. A menudo aparece después de varios meses o años de tratamiento. Se manifiesta por una alteración del estado general (pérdida de peso, astenia) o por trastornos cardíacos (reaparición de arritmias, agravación de dolores de angina). El diagnóstico se confirma por determinaciones hormonales que muestran un descenso de la TSH, una elevación de la tiroxina (T4 libre) y, a menudo, de la triyodotironina (T3 libre). El diagnóstico de hipertiroidismo implica la suspensión inmediata de la amiodarona. En las formas moderadas se puede esperar la curación espontánea que se produce al cabo de algunas semanas. El tratamiento de las formas más graves se basa en administrar antitiroideos: el propiltiouracilo (no en España) se considera más eficaz que el carbimazol. En caso de fracaso, el tratamiento es difícil y está mal establecido (corticosteroides, perclorato de potasio, tiroidectomía). Por lo tanto la amiodarona requiere una vigilancia clínica atenta y determinaciones hormonales si existe la menor duda de distiroidismo.
Palabras claves:
  • EFECTOS-ADVERSOS
  • SINTOMAS
  • TRATAMIENTO
  • IODO
  • CARBIMAZOL
  • DIAGNOSTICO
  • TIROIDES
  • MONITORIZACION
  • PROPILTIOURACILO

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.