Sesión Bibliográfica. 07 de Marzo de 2016 (424)

El sistema nervioso central (SNC) es una estructura biológica compleja formada por el encéfalo y la médula espinal, el encéfalo por su parte lo constituyen el cerebro, el cerebelo y el tallo cerebral. Las infecciones en el cerebro y la médula espinal pueden causar una inflamación que ocasiona una amplia gama de síntomas, como fiebre, dolor de cabeza o confusión y, en casos extremos, puede causar daño cerebral, accidentes cerebrovasculares, convulsiones y la muerte. Una de las principales  patologías infecciosas que involucran este sistema, y que se presenta de forma más habitual en pediatría es la meningitis bacteriana.

La meningitis es un proceso inflamatorio que afecta a las meninges, las  estructuras que protegen el SNC. La causa principal de esta inflamación es la infección bacteriana y habitualmente cursan con líquido cefalorraquídeo (LCR) turbio y purulento, pleocitosis (presencia anormalmente alta de células en el LCR) y predominio de células polimorfonucleadas en dicho líquido. Aproximadamente, un 80% de las meningitis ocurren en la infancia, especialmente en niños menores de 10 años. La etiología de las infecciones, es distinta según la edad de los pacientes, el estado vacunal, enfermedades de base y su estado inmunitario. Las manifestaciones clínicas se diferenciarán también según la edad del paciente, en general cursa con fiebres altas refractarias a tratamientos antipiréticos cefalea, vómitos y rigidez de nuca, pero cuanto más joven es el paciente, mas inespecíficos son dichos síntomas o más difíciles de interpretar, considerándose la clínica de meningitis neonatal como prácticamente indistinguible de una situación de sepsis.

Mayoritariamente, la clínica es de inicio insidioso, de progresión lenta, aunque en pacientes inmunodeprimidos o con un foco conocido de entrada de la infección, como una fístula, puede manifestarse en pocas horas, siendo en este caso de vital importancia el tratamiento precoz. Ante la sospecha clínica de meningitis habitualmente se realizará una analítica (si hay presencia de infección, ésta saldrá con los reactantes de fase aguda alterados), hemocultivo (en meningitis resultan positivos en un 50-60% de los pacientes, si estos aún no han recibido tratamiento), y una punción lumbar para realizar el estudio de los parámetros citoquímicos y cultivos microbiológicos pertinentes del LCR.

FORMACIÓN DICAF:

Farmacoterapia del paciente pediátrico. Particularidades, aspectos nutricionales e infecciones.

Palabras claves:
  • paciente pediatrico
  • sistema nerviosocentral
  • infección
  • meningitis bacteriana

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.