Aparte de los escasísimos casos de déficits de origen genético, de déficits secundarios a las acidurias orgánicas y de déficits de la beta-oxidación de los ácidos grasos, las indicaciones reales de la L-carnitina están muy poco definidas. En los pacientes hemodializados los calambres, las mialgias y una hipertrigliceridemia se atribuyen a una carencia de L-carnitina, pero esta hipótesis no ha sido confirmada por estudios ulteriores.
Existe un déficit de L-carnitina en los pacientes en nutrición parenteral prolongada, pero ningún estudio ha demostrado el interés clínico de un suplemento. En patología cardiovascular la L-carnitina no tiene efecto beneficioso tras un infarto y sólo tiene un efecto modesto, inferior a los antianginosos, en los pacientes con ángor o afectados de arteritis en los miembros inferiores. La acetilcarnitina se ha probado para la enfermedad de Alzheimer con desviaciones metodológicas que no permiten extraer conclusiones. El empleo de la L-carnitina para prevenir la cardiotoxicidad de las antraciclinas o para tratar las hiperlipidemias no se basa en ningún estudio fiable. En cuanto a su utilización para los deportistas o para ""activar"" la pérdida de peso, su eficacia es pura fantasía.
Palabras claves:
- CONSEJOS
- CARENCIAS
- EFICACIA
- SUPLEMENTOS
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- DEPORTISTAS
- DIETA
NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.