Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 1991 (2)

Seis ensayos metodológicamente correctos han evaluado la eficacia de las medidas dietéticas en prevención cardiovascular en personas con antecedentes de infarto de miocardio. Los resultados son decepcionantes: la reducción de la cantidad global de grasa o tan sólo de las grasas saturadas (reemplazadas por grasas mono- o poliinsaturadas) o una aportación de cereales, no suponen una disminución significativa ni de la mortalidad ni de la aparición de afecciones cardiovasculares. Unicamente el consumo de pescado graso ha supuesto una disminución significativa de la mortalidad total (si bien no de la mortalidad coronaria). Así pues, a un paciente que haya sufrido un infarto se le puede proponer que consuma pescado graso dos o tres veces por semana (o, en caso de intolerancia que tome cápsulas de aceite de pescado).
Palabras claves:
  • NUTRICION
  • ALIMENTOS
  • SUPLEMENTOS
  • HIPOLIPEMIANTES
  • RIESGOS

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.