El interés de un tratamiento anticoagulante en los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio ha sido confirmado por los resultados de un estudio comparativo a doble ciego WARFARINA (ALDOCUMAR°) versus placebo realizado en 1214 hombres y mujeres de menos de 75 años.
Al cabo de 37 meses, de promedio, el grupo tratado vió reducida significativamente su mortalidad total (5% anual contra 6,6% en el grupo placebo), su riesgo de recidiva de infarto (4,4% anual contra 6,6%) y su frecuencia de accidentes vasculares cerebrales (1,1% contra 2,4%): el aumento de los accidentes hemorrágicos en los pacientes tratados queda ampliamente compensado por la disminución de accidentes isquémicos.
Así pues, la RELACION BENEFICIO/RIESGO del tratamiento anticoagulante después del infarto de miocardio es globalmente favorable con una disminución importante de la mortalidad y de la morbilidad. Los anticoagulantes se encuentran al nivel de los BETA-BLOQUEANTES y de algunos HIPOCOLESTEROLEMIANTES (entre ellos el ACIDO NICOTINICO ), cuyo efecto favorable sobre la longevidad después de un infarto de miocardio está totalmente demostrado. (Acido nicotínico sólo disponible en España como fórmula magistral).
Palabras claves:
- HIPOLIPEMIANTES
- EFICACIA
- ANCIANOS
- EDAD
- PREVENCION
- BETA-BLOQUENTES
NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.