Sesión Bibliográfica. 01 de Enero de 1998 (9)

La hipercalcemia aparece, generalmente, cuando el flujo de calcio desde el hueso o desde el intestino excede la capacidad renal excretora de calcio. Las causas más comunes de hipercalcemia son: hiperparatiroidismo, neoplasias, diuréticos tiazídicos, inmovilización, tirotoxicosis e intoxicación por vitaminas. Los síntomas asociados a la hipercalcemia se correlacionan con la magnitud y la rapidez en que se produce el incremento de calcio sérico. La hipercalcemia grave se asocia a alteraciones neurológicas (somnolencia, debilidad, depresión, letargia y coma) gastrointestinales (estreñimiento, náuseas, vómitos, anorexia y úlcera péptica) y renales (diabetes insípida y poliuria). En caso de hipercalcemia, deben suspenderse los tratamientos que pueden empeorarla, como las tiazidas, y evitar la inmovilización. Se debe mantener una ingesta elevada de agua y sal para promover la excreción de calcio. La mayoría de los casos de hipercalcemia leve son asintomáticos, y se deben a hiperparatiroidismo. Estos pacientes deben monitorizarse con frecuencia y en caso que aparezcan síntomas de hipercalcemia, debe procederse a cirugía. En mujeres postmenopáusicas, la terapia hormonal sustitutoria puede reducir el calcio sérico. En casos graves puede aumentarse la excreción de calcio con hidratación y suero salino intravenoso, los diuréticos del asa pueden potenciar esta excreción de calcio. Los bisfosfonatos son el grupo farmacológico principal en el tratamiento de la hipercalcemia Ver ficha ""Calcio. Tratamiento farmacológico de la hipercalcemia.""
Palabras claves:
  • MONITORIZACION
  • BIFOSFONATOS
  • COMPLICACIONES
  • SUPLEMENTOS
  • HIDRATACION
  • RECOMENDACIONES

NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.