La epilepsia es un conjunto de alteraciones que tienen como manifestación común la aparición con carácter recurrente de alteraciones electroquímicas, las cuales conducen a movimientos involuntarios y/o experiencias sensitivas anómalas, acompañadas eventualmente por crisis convulsivas y/o pérdida del conocimiento.
Las distintas presentaciones de la epilepsia se clasifican en crisis parciales (locales o focales) y crisis generalizadas, según se inicien en una parte localizada del hemisferio cerebral o tengan un origen bilateral y simétrico (ambos hemisferios).
Las crisis parciales pueden ser simples, cuando el paciente no pierde la consciencia durante la crisis epiléptica, o complejas cuando se produce una alteración de la consciencia desde el inicio de la crisis. Estas últimas pueden comenzar como crisis parcial simple y evolucionar a compleja.
Existen varios tipos de crisis generalizadas:
Ausencias (Petit mal): Implica una interrupción brusca de la actividad, con mirada extraviada y, en algunos casos, con rotación de los ojos, suelen durar menos de 30 segundos.
Crisis mioclónicas: con contracciones súbitas y breves.
Crisis clónicas: contracciones repetitivas muy bruscas.
Crisis tónicas: Implican la contracción generalizada de la musculatura de los miembros.
Crisis tónicoclónicas (Grand mal): pérdida brusca de la consciencia, con contracción muscular tónica intensa, acompañada de dificultades respiratorias y un grito o quejido.
Crisis atónicas: pérdida brusca del tono corporal, con pérdida de consciencia momentánea y de rápida recuperación.
Palabras claves:
- CLÓNICAS
- AUSENCIAS
- CRISIS
- CONVULSIONES
- MIOCLONICAS
- TÓNICAS
- SÍNTOMAS
NewsLetter de abstracts redactados por expertos del programa y con la colaboración de profesionales de la salud que trabajan en diferentes ámbitos asistenciales.